Ocurrió un 9 de Julio de 1990, cuando el cabecilla del mrta (nunca pongo con mayúsculas el nombre de terroristas), liderado por su líder Víctor Polay Campos y su gavilla de sediciosos, se escaparon del penal Castro Castro en Canto Grande tras realizar un túnel de concreto armado y que tenía 250 metros de extensión.
Por aquella época se culpó al Presidente García por dejarlos escapar, aludiendo que era muy amigo del padre del sedicioso, y que en realidad, el túnel solo era una mera distracción y que los terroristas salieron por la puerta grande.
Esta fuga se produjo en la madrugada del 9 de Julio, el túnel comenzó en una vivienda aledaña al penal y contaba con ventilación y luz, además era de concreto armado.
El plan comenzó con la compra de la vivienda, luego comenzaron a excavar en dirección al penal, excavación que duró casi un año. La policía encontró en la casa ‘walkie talkies’ (transmisores-receptores portátiles), linternas y la ropa que los fugitivos usaban en el penal.
Estos se cambiaron ni bien cruzaron el túnel y huyeron en vehículos que los esperaban en los alrededores.
Un año antes de la fuga, Polay había sido capturado en Huancayo en un hotel.
La fuga puso en jaque al propio Agustín Mantilla quien era Ministro del Interior en aquellos días.
Alan García señaló que era un serio revés a su lucha contrasubversiva.
Nadie se explicaba como pudo escapar Polay del Venusterio dónde se la había acondicionado una celda. tiempo después se pudo comprobar que malos policías estuvieron implicados en la fuga.
El 9 de Junio de 1992, en el distrito de San Borja, fue recapturado Polay y trasladado a una celda en el penal de la Marina de Guerra en el Callao hasta donde hoy sigue recluido.
Por: Memorias de Lima.
Fuente: Portal del diario El Comercio.
Foto: Diario El Comercio.
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